Un equipo liderado por investigadores del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos), y publicado en eLife, ha identificado las células necesarias para el desarrollo de un útero sano.
Se trata de unas células que se definen por su expresión de Misr2+, el receptor de la hormona antimulleriana (MIS), secretada por los testículos de embriones masculinos para evitar la maduración de las estructuras, las cuales darían lugar a los órganos reproductivos femeninos.
Si bien ya se sabía que las células Misr2+ desempeñan un papel en la inhibición de la formación de un útero en los machos, los investigadores han descubierto que estas células también participan activamente en la formación del útero en las hembras.
En el estudio han observado que el tratamiento de roedores con MIS durante la primera semana después del nacimiento interfirió con el desarrollo uterino y llevó a la infertilidad más adelante en la vida. De hecho, para descubrir más detalles, analizaron las células en el útero de roedores recién nacidos después del tratamiento con MIS, comprobando así que ciertos tipos de células clave que contribuyen al endometrio del útero estaban ausentes.
Por todo ello, los investigadores sospechan que las células Misr2+ normalmente se desarrollan en estos tipos de células, si bien fueron bloqueadas al ser expuestas a MIS. "En ausencia de estas células, una gran cantidad de señales importantes se interrumpen, lo que lleva a un desarrollo uterino anormal. Este período es tan crítico para la especificación de las capas uterinas que la exposición a MIS durante unos pocos días después del nacimiento conduce a una infertilidad irrecuperable más adelante en la vida", apuntan.