La Universidad de Stanford realizó una investigación que ofrece las primeras respuestas en relación a los sentidos que pierden las personas antes de morir.
Durante las horas previas a una muerte natural esperada, la persona entra en un estado de inconsciencia en el que no puede hablar ni reaccionar. Cuando se produce una situación así, familiares y amigos aprovechan para despedirse de su ser querido.
El especialista en cuidados paliativos de la Universidad de Stanford, James Hallenbeck, indica que en su guía de cuidados paliativos para médicos -Palliative Care Perspectives "lo primero que se pierde es el hambre y luego la sed. Y a continuación se pierde el habla".
Luego de perder el habla se pierde la visión, según asevera el estudio. Además, Hallenbeck afirma que "los últimos sentidos en desaparecer suelen ser el oído y el tacto".
El director del Centro de Investigación de Lesiones Cerebrales de la UCLA, David Hovda, aseguró que el cerebro "comienza a sacrificar áreas que son menos críticas para la supervivencia", según indicó para The Atlantic.
Agregó que cuando "el cerebro comienza a cambiar y comienza a morir, diferentes partes se excitan y una de las partes que sobre sale de más es el sistema visual y ahí es donde la gente empieza a ver la luz", dijo Hovda.
Este descubrimiento podría animar y confortar a los familiares y amigos de un ser querido en sus últimas horas de vida. Si bien todavía no se ha podido demostrar que esas personas estén entendiendo de verdad nuestras palabras de despedida.