La generación de nuevas neuronas en el hipocampo humano desciende bruscamente en los niños desde el primer año de vida hasta niveles indetectables en adultos. Un estudio, liderado por la Universidad de Valencia, confirma que la neurogénesis hipocampal adulta es prácticamente inexistente, al contrario de lo que se ha pensado en las últimas décadas. Los resultados publicados en Nature replantean la dirección de los estudios neurobiológicos sobre memoria y aprendizaje.
Durante años, numerosas investigaciones han demostrado que la zona subgranular del giro dentado del hipocampo de ciertos mamíferos –área relacionada con los procesos de memoria y aprendizaje– continúa generando nuevas neuronas en el cerebro adulto. Si bien existen estudios que extrapolan estos datos al hipocampo humano adulto, el trabajo que publica la revista Nature obtiene resultados muy distintos.
Tras realizar un amplio estudio de la capacidad neurogénica del hipocampo humano en muestras de distintas edades –desde el desarrollo fetal y lactante hasta las etapas adultas–, los resultados muestran que el número de progenitores proliferativos y nuevas neuronas en el giro dentado disminuye drásticamente durante el primer año de vida.
Algo parecido ocurre, según el estudio, con la capacidad proliferativa del giro dentado del primate no humano Macaca mulatta. Los análisis muestran que durante los primeros estadios postnatales existe generación de nuevas neuronas, pero esta se ve muy disminuida durante el desarrollo juvenil.
“La generación de nuevas neuronas en el hipocampo humano y de primates no humanos se produce fundamentalmente en etapas embrionarias y de forma escasa en periodos post-natales, durante los primeros meses de vida”, asegura José Manuel García Verdugo, coinvestigador principal del proyecto e investigador del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, en el Parc Científic de la Universitat de València.
La generación de nuevas neuronas en el hipocampo humano y de primates no humanos se produce en etapas embrionarias y de forma escasa durante los primeros meses de vida.
“Apenas hemos podido observar algunas neuronas nuevas aisladas a los 7 y 13 años de edad, y ninguna en el caso de estudios realizados con pacientes adultos afectados de epilepsia”, añade. Los análisis se han realizado en colaboración con el equipo de Neurocirugía Funcional del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia y de su responsable, el neurocirujano Antonio Gutiérrez.
Implicaciones en la memoria y el aprendizaje
Estos datos contrastan con la amplia neurogénesis que tiene lugar en el hipocampo de otros mamíferos más primitivos, los roedores, modelo de estudio para miles de resultados de investigación.
“A diferencia de los roedores, los humanos nacemos con prácticamente todas las neuronas necesarias para el desarrollo normal, y este trabajo apunta a que las modificaciones y tratamientos futuros deben basarse en la plasticidad”, asegura García Verdugo. La neuroplasticidad o plasticidad sináptica hace referencia a la comunicación que se establece entre neuronas, una propiedad que interviene para modular la percepción de los estímulos del medio, también relacionados hasta hoy con la neurogénesis.
No es la primera vez que aparecen diferencias en el desarrollo del cerebro humano con respecto a otras especies de mamíferos. “Uno de los grandes saltos evolutivos del ser humano es la existencia de corrientes de nuevas neuronas hacia nuestra corteza prefrontal en los lactantes, algo que no ocurre en ratones y que, además de guardar relación con la memoria y el aprendizaje, se vincula a la actividad social humana”, indica.
En el caso del hipocampo, los resultados de este trabajo sugieren ahora la posible implicación de otros mecanismos de plasticidad del giro dentado humano adulto en los procesos de aprendizaje y memoria. “Más que de nuevas neuronas, habrá que comenzar a hablar de nuevos circuitos neuronales”, concluye el científico.
Tomado de Agenciasinc.es