Desde sus inicios, el doctor Orlando Brinn Esparra recibió una educación católica, bajo la influencia de sus padres. Ese fue su primer paso hacia la religión hasta la actualidad
Desde sus inicios, el doctor Orlando Brinn Esparra recibió una educación católica, bajo la influencia de sus padres. Ese fue su primer paso hacia la religión hasta la actualidad, pues son nueve años ya como pastor en la iglesia cristiana Jehova Jireh en el casco urbano de Yauco.
Balance entre su vida y su fe en Dios
En sus tres décadas dedicadas a la sanación de los niños, llegó a atender hasta 100 pacientes en tan solo un día, pero es algo que la energía de la juventud permitió.
Con el tiempo tuvo que establecer prioridades para lograr un balance, lo que significó un tiempo de aprendizaje. “Mi relación es con Dios, mi familia: esposa e hijos, la iglesia, el trabajo y después, todo lo demás”, enumeró el también editor de la Revista de Pediatría y Familia .
De hecho, tuvo que ir simplificando su labor como médico al recurrir a otro colega para que ayudara en el interín diario. También educó paulatinamente a sus pacientes a un horario específico.
Por otro lado, admitió que no es fácil lograr establecer esas prioridades. En cuanto a su familia, dijo que, al salir de su oficina comparte con su esposa, cocina y prepara sus predicaciones. Sus hijos ya son mayores de edad, pero en el tiempo de crianza también tuvo que hacer modificaciones para lograr disfrutar del desarrollo de los suyos; tanto así que dan el ejemplo al colaborar y atender la congregación de múltiples maneras.
Semana Santa, semana de celebración a Dios
Durante la Semana Mayor este salubrista no realiza actividades enfocadas a vacaciones, al contrario, se sale de lo tradicional y encuentra un momento para el disfrute personal y ministerial.
Relató, por ejemplo, que el Miércoles Santo invita a la comunidad a ver una película en la plaza del pueblo. Allí comparten refrigerios con el fin de disfrutar alguna filmación con un mensaje poderoso. Es decir, las actividades no están necesariamente relacionadas a lo común en esta época.
En el Viernes Santo realiza un servicio de gratitud; mientras que el Domingo de Pascuas ofrece un servicio de celebración. “Celebramos por todo lo alto la resurrección de Jesús. Esta semana la gente se siente en búsqueda espiritual y al menos van ese Viernes Santo a las iglesias y por eso se llenan. Hacemos algo distinto a lo tradicional, no es un tiempo de tristeza, sino de celebración”, sostuvo.