El 66% de una muestra de los pacientes atendidos en las clínicas de Medicina de Familia del Mayagüez Medical Center (MMC) tenían apnea del sueño y lo desconocían.
El 66% de una muestra de los pacientes atendidos en las clínicas de Medicina de Familia del Mayagüez Medical Center (MMC) tenían apnea del sueño y lo desconocían.
El 83% presentaba síntomas asociados a desórdenes de sueño y, por sus efectos adversos en la salud, urgen estrategias para identificar y tratar a los pacientes a tiempo.
Así se desprende de un estudio realizado por médicos del Departamento de Medicina de Familia del MMC, quienes palparon síntomas asociados al trastorno entre los pacientes de las clínicas y decidieron probar empíricamente la realidad de la afección, según fue indicado a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP).
Entre los autores del estudio figuraron los doctores Antonio Padua, Astrid González, Katiuska González, Jean Estel, Agdamis Carrazana, Lourdes Aguiló y Misael Tollen.
La muestra del estudio fueron 300 pacientes -56% fueron mujeres y 44% hombres con una edad promedio de 68 años- durante un periodo de tres meses a quienes se les proveyó un cuestionario oficial sobre la afección, “Insomnia Screening Questionnaire” y se analizaron los récords electrónicos para identificar a los pacientes oficialmente diagnósticos con apnea del sueño. Se evaluó además si estos estaban siendo tratados en las clínicas, reza parte del estudio en poder de este medio.
La apnea del sueño es más común en pacientes con enfermedades como la obesidad, diabetes e hipertensión y se coloca entre las causas de accidentes automovilísticos por la falta de descanso e insomnio que sufren estos pacientes.
Esta enfermedad ha sido comparada con el estado de una persona con altas dosis de alcohol que conduce en la carretera.
Por tal razón, fue vital la implementación y uso del cuestionario, pues esto ayudó tanto a palpar la condición entre los pacientes como a emitir los diagnósticos a tiempo.
Mientras, desglosó que entre los pacientes muestreados se identificaron comorbilidades como la hipertensión, enfermedad cardiovascular, diabetes, síndrome de ansiedad generalizada, depresión y cáncer.
Una segunda fase del estudio buscaría la continuación en la implementación del cuestionario a los pacientes que se atiendan en las clínicas y una vez diagnosticados a tiempo, evaluar el mejoramiento de las condiciones comórbidas, incluyendo el insomnio, concluyó.