Por lo general esta dolencia desaparece con el paso de días o semanas.
Por: Luisa Ochoa
¿Sabe que los nervios se pueden ver afectados por el exceso de presión? La radiculopatía o más conocida como nervio pinzado ocurre cuando un nervio se comprime por el exceso de presión por parte de tejidos como huesos, cartílagos, músculos o tendones.
Generalmente suele presentar síntomas como entumecimiento o disminución de la sensibilidad en la zona del nervio, dolor intenso que puede extenderse hacia afuera, sensación de hormigueo, debilidad muscular en la zona afectada y sensación frecuente de que un pie o una mano se "durmió".
El nervio pinzado ocurre por una compresión de un tejido a la raíz nerviosa
Según Mayo Clinic, en algunos casos el tejido puede ser hueso o cartílago, como en el caso de una hernia de disco intervertebral que comprime una raíz nerviosa. En otros casos, los músculos o los tendones pueden provocar esta afección.
Un nervio pinzado puede presentarse en muchas áreas del cuerpo. Por ejemplo, una hernia de disco en la parte inferior de la columna vertebral puede ejercer presión en la raíz de un nervio.
Esto puede provocar un dolor que se propaga hacia abajo hasta la parte posterior de la pierna. Del mismo modo, un nervio pinzado en la muñeca puede provocar dolor y entumecimiento en la mano y los dedos (síndrome del túnel carpiano).
Cabe aclarar que este padecimiento no es permanente, ya que con descanso y otros tratamientos conservadores, la mayoría de las personas se recuperan en unos pocos días o semanas. Sin embargo, algunas veces se necesita una cirugía para aliviar el dolor de un nervio pinzado.
¿Qué puede desencadenar un nervio pinzado?
Algunas de las posibles causas de que el tejido comprima uno o más nervios son:
Una lesión;
artritis reumatoide;
esfuerzo por tareas repetitivas;
pasatiempos o deportes;
y obesidad.
Cuando un nervio se pinza solo durante un período de tiempo breve, no suele haber lesiones permanentes. Una vez que se libera la presión, la actividad del nervio vuelve a ser normal, pero si la presión continúa, puede aparecer un dolor crónico y se puede lesionar al nervio de manera permanente.
Mayo Clinic también refiere que las mujeres tienen mayores probabilidades de tener un nervio pinzado debido a que padecen más del síndrome del túnel carpiano.
Tener espolones óseos, artritis, reumatoide, enfermedad de la tiroides, diabetes, obesidad, y el embarazo incrementan los riesgos para sufrir de un nervio pinzado. Además de eso, realizar trabajos repetitivos con las manos, muñecas y hombros aumentan la posibilidad.
¿Cómo prevenir un nervio pinzado?
Medidas como mantener una buena postura y no acostarse en la misma posición durante mucho tiempo, incorporar ejercicios de fuerza a la rutina de actividad física y limitar las actividades repetitivas pueden ayudar a evitar el pinzamiento de un nervio.
Para diagnosticar un nervio pinzado se emplean diferentes pruebas como el análisis de sangre para medir la glucosa en sangre; la punción lumbar para recopilar una muestra del líquido cefalorraquídeo del área cercana a la médula espinal; radiografías; electromiografía; resonancia magnética; ecografías y hasta un estudio de conducción nerviosa.
Mayo Clinic refiere que el tratamiento más recomendado para un nervio pinzado consiste en el reposo de la zona afectada. El médico pedirá suspender cualquier actividad que cause o que agrave la compresión.
Según la ubicación del nervio pinzado, es posible que necesite una férula, un collarín o un dispositivo de inmovilización para sujetar la zona. Si tiene el síndrome del túnel carpiano, el médico puede recomendar que use una férula de día y de noche, ya que las muñecas suelen flexionarse y extenderse con frecuencia mientras dormimos.
Fuente consultada aquí.