A los pacientes con comorbilidades por enfermedades cardíacas, diabetes, enfermedades pulmonares u obesidad se les debe prestar especial atención, ya que siempre son más propensos a complicaciones y se teme que sean peores que con las otras cepas.
El Dr. Fernando Cabanillas, director médico del Centro de Cáncer del Hospital Auxilio Mutuo y profesor de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas, en entrevista exclusiva con la Revista Medicina y Salud Pública, se refirió al impacto de la variante Delta en la isla y a la necesidad de fortalecer estrategias que motiven a los jóvenes a vacunarse.
La variante que se detectó por primera vez en la India y se ha propagado rápidamente por diferentes países, entre ellos Puerto Rico, refleja casi un 60% más de contagio frente a las demás variantes del coronavirus.
El rápido incremento en el reporte de casos refleja que resulta mucho más contagiosa que la variante que le precedía, que era la variante británica y demuestra que cuando llega a algún país, en pocas semanas se convierte en la variante predominante, por ejemplo, en la actualidad lo es en Estados Unidos, con más del 70 % de los casos.
Las vacunas y la variante Delta
Un punto interesante es la resistencia de esta variante a las vacunas, pues ha evidenciado ser menos sensible a las mismas, especialmente cuando solamente se tiene una dosis, la cual protege muy poco, en contraste con las otras, que dan bastante protección y con la segunda dosis sube aún más, pese a ello, con la variante delta, una dosis de la vacuna nada más, es definitivamente insuficiente de acuerdo con el especialista.
Esto se evidencia en países como Inglaterra, en donde se estaba proporcionando a la población una sola vacuna y estaba funcionando bien, sin embargo, cuando se presentó la variante delta, perdieron el control por completo.
¿Funciona la vacunación completa contra Delta?
Según lo señalado por el Dr. Cabanillas, para el caso de Pfizer y Moderna, su vacuna tiene menos efectividad que con las otras cepas como la británica, que había reflejado una efectividad del 94% con las dos dosis y ahora solamente expone un 88%, y aunque no es una diferencia enorme, es importante.
A los pacientes con comorbilidades por enfermedades cardíacas, diabetes, enfermedades pulmonares u obesidad se les debe prestar especial atención, ya que siempre son más propensos a complicaciones y se teme que sean peores que con las otras cepas.
Protocolos de tratamiento frente a la Delta
“En Puerto Rico no tenemos una data o información de qué tipo de cepa es, solamente nos enteramos por las estadísticas del Departamento de Salud que tenemos un porciento de positividad, con predominancia de la variante Delta , pero no los datos de cada paciente, así que estamos tratándolos a ciegas, porque no sabemos que cepa estamos tratando, pero no es que lo vamos a manejar de una forma diferente, tampoco que necesitamos ese dato para tratar al paciente, pero si seria conveniente tenerlo para saber que esta ocurriendo y empezar a analizar los datos “, señaló el Dr. Cabanillas.
Exponiendo así la urgencia de concentrar una data que registre con exactitud el ingreso de paciente con una variante específica a los hospitales y el desarrollo de su condición o la respuesta frente a ciertos procedimientos y tratamientos.
Por otra parte, el especialista resaltó la necesidad de impactar en el grupo de personas no vacunadas, especialmente en los jóvenes entre 20 y 29 años, que son los que más se reúsan a la vacunación, pero son quienes más se están afectando.
“Aquellos entre 20 y 29 años es difícil tratar de conseguir como llegar a ellos, porque usualmente no les prestan atención a los medios de prensa usuales, sino a las redes sociales donde se está diseminando una información que no es correcta”, expuso.
Para este grupo poblacional, el Dr. Cabanillas sugirió buscar alguien que sirva de influencia y que este en este grupo de edad, alguien que sea considerado por los jóvenes como popular, para que les llegue el mensaje de la necesidad de vacunarse.
Frente a la propuesta de una tercera dosis
La tercera dosis podría ser de ayuda, aunque no existan datos exactos que muestren que el aumento en los anticuerpos si nos protege en términos clínicos, esta investigación ya la está adelantando la farmacéutica Pfizer.
Lo que si se sabe, es que las personas que están inmunosuprimidas tienden a producir menos anticuerpos que la personas que no están inmunosuprimidas, como también se sabe que las personas mayores de 65 años tienden a producir menos anticuerpo que quienes están por debajo de este rango de edad.
“Entonces sabemos que sería lógico dar una tercera dosis, por lo menos, en esos dos grupos, aunque yo no tendría problema si se la dan a todo el mundo”, señaló el Dr. Cabanillas.
Se espera que la FDA en los próximos días se reúna para decidir cómo se va a manejar la opción de tercera dosis, ante lo cual el doctor cree que empezaran por proteger con la misma, a quienes se encuentran en mayor riesgo, aunque todavía no se tengan datos exactos de los estudios clínicos, lo que si se puede concluir es que los va a proteger más sin generar ningún tipo de daño porque la vacuna es segura y tiene efectos secundarios mínimos.