El órgano trasplantado a un paciente con muerte cerebral funcionó correctamente durante nueve días antes de mostrar signos de rechazo, estableciendo un precedente histórico en xenotrasplantes.
Por: Laura Guio
Investigadores de la Universidad de Guangzhou consiguieron trasplantar por primera vez un pulmón de cerdo genéticamente modificado a un ser humano, manteniendo el órgano funcional durante nueve días.
El experimento, realizado en un paciente de 39 años con muerte cerebral, representa un avance significativo en la búsqueda de soluciones a la escasez mundial de órganos para trasplante.
El procedimiento
El trasplante se realizó en un paciente que había sido declarado en muerte cerebral tras cuatro evaluaciones clínicas independientes. Antes de la cirugía, el paciente fue sometido a un régimen de inmunosupresión extremadamente intenso para reducir el riesgo de rechazo.
El cerdo donante había sido modificado genéticamente mediante la técnica de edición CRISPR para eliminar específicamente los antígenos que podrían activar el sistema inmunitario humano tras el trasplante. Esta modificación genética es crucial para minimizar la respuesta inmunológica inicial contra el órgano extraño.
Durante la intervención quirúrgica, los médicos trasplantaron únicamente el pulmón izquierdo del cerdo, manteniendo intacto el pulmón derecho original del paciente.
Esta decisión técnica permitió evaluar el funcionamiento del órgano animal mientras se conservaba parte de la capacidad respiratoria natural.
Protocolo de monitoreo y seguimientoEl equipo médico implementó un sistema de monitoreo continuo para evaluar el funcionamiento del pulmón trasplantado.
Durante las primeras horas, el órgano mostró signos alentadores: no hubo rechazo inmediato por parte del sistema inmunitario ni infecciones derivadas del injerto.
Sin embargo, el seguimiento detallado reveló una progresión preocupante. A las 24 horas del trasplante aparecieron los primeros signos de daño pulmonar. Posteriormente, a los tres y seis días, se detectaron evidencias claras de rechazo del pulmón mediado por anticuerpos, lo que llevó al equipo médico a dar por terminado el experimento al noveno día.
Desafíos y limitacionesEl trasplante de pulmón plantea más dificultades que el de otros órganos como riñón, hígado o corazón, debido a que según Beatriz Domínguez-Gil, de la Organización Nacional de Trasplantes: "recibe un altísimo flujo sanguíneo y está expuesto de forma continua al aire del entorno, lo que lo hace particularmente vulnerable".
En el estudio no se observaron infecciones activas graves a pesar del intenso tratamiento inmunosupresor, pero sí se detectaron trazas de virus porcinos latentes, lo que revela que la seguridad microbiológica aún necesita optimización.
A esto se suman limitaciones del modelo experimental en muerte cerebral, que impiden extrapolar directamente los resultados a pacientes vivos, y la influencia que puede ejercer mantener un pulmón nativo en la respuesta inmunológica.