Ventilación mecánica para profesionales de la salud no expertos

Luego de ser reportado el primer caso por Síndrome Respiratorio Agudo Severo del Coronavirus 2 (SARS-CoV2), en China se dio a conocer que la mayor sintomatología de este virus es un cuadro clínico de fiebre, tos seca y dificultad respiratoria.

Medicina y Salud Pública

    Ventilación mecánica para profesionales de la salud no expertos

    Diana Castañeda
    Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública

    Teniendo en cuenta que los pacientes con coronavirus generalmente necesitan de maniobras y parámetros sencillos de ventilación y que, no todos los profesionales de la salud están preparados para realizar este tipo de procedimientos, la IPS Universitaria y la Sección de Anestesiología y Reanimación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia desarrolló en el marco de la estrategia Aulas Abiertas COVID-19, una conferencia virtual dictada por la Dra. Susana Osorno Upegui, anestesióloga; Sebastián Tamayo, residente de Anestesiología y el Dr. Mario Andrés Zamudio Burbano, anestesiólogo.

    Luego de ser reportado el primer caso por Síndrome Respiratorio Agudo Severo del Coronavirus 2 (SARS-CoV2), en China se dio a conocer que la mayor sintomatología de este virus es un cuadro clínico de fiebre, tos seca y dificultad respiratoria.

    Ahora bien, ¿cuáles son los pacientes que deben recibir ventilación? La doctora Osorno argumentó durante la conferencia que, continuando con la experiencia de la comunidad china, se debe ventilar un paciente con COVID-19 que presente PaFi<150, sin embargo, si el paciente es mayor de 60 años es necesario considerar un umbral de una PaFi<200. Si la frecuencia respiratoria es >30 min. se debe tener en cuenta que la persona probablemente necesita ventilación mecánica y se van a agotar los músculos.

    Además, concretó que también se debe considerar ventilación mecánica en los casos que se presente una falla hipercápnica (PaCO2>50), y también cuando presente una pérdida de la conciencia importante, es decir, un Glasgow<8/15 en el que se tiene que intubar y, asimismo ventilar.

    Otro caso para acudir a la ventilación mecánica es el momento en el que, pese a todas las estrategias instauradas para la mejoría del paciente como, por ejemplo, tener una cánula nasal de alto flujo por más de dos horas y éste no mejore sus parámetros ventilatorios y de oxigenación.

    La especialista en anestesiología aclara que, aunque estas son algunas recomendaciones, los profesionales de la salud deben adaptarse a los protocolos que tiene cada institución.

    A continuación el seminario completo impartido por los galenos colombianos:

    https://www.youtube.com/watch?v=NCy0Z557e3M&list=PLWutZMaMUREf9Xr98Y9Jx9TVNd_W2NxQy&index=4

    Ventilación mecánica durante la pandemia

    El doctor William Cristancho Gómez comentó para manualmoderno.com que, desde la casuística reportada al inicio del brote, hasta tan solo un poco más de dos meses después, las cifras de casos identificados como positivos y la presencia del virus en  muchos países del planeta aumentó dramáticamente, por lo que, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el COVID-19 como una pandemia el 11 de marzo de 2020. Esta declaración alertó principalmente a la comunidad científica, puesto que, desde los servicios sanitarios se conocen de primera mano las limitaciones asistenciales y administrativas que podrían derivarse de una propagación rápida y múltiple de la enfermedad, en particular para el grupo de pacientes tributarios de atención en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), puesto que, la escasez de insumos y la carencia de suficientes UCI y ventiladores mecánicos son factores que quizás tendrán que ver con el incremento de la mortalidad.

    La situación es tan grave que no solo afecta a los países en vía de desarrollo, sino también, a países desarrollados que gozan de servicios de atención muy buenos para condiciones de “normalidad”. Varios países, pero no EUA, ya han experimentado una escasez de ventiladores. Los hospitales de atención aguda en los EUA actualmente tienen alrededor de 62 000 ventiladores de función completa y alrededor de 98 000 ventiladores básicos, con 8 900 adicionales en la Oficina de la Subsecretaría de Preparación y Respuesta de la Reserva Estratégica Nacional. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estiman que 2.4 millones a 21 millones de estadounidenses requerirán hospitalización durante la pandemia, y la experiencia en Italia ha sido que alrededor del 10 al 25% de los pacientes hospitalizados requerirán ventilación mecánica, en algunos casos durante varias semanas. Sobre la base de estas estimaciones, el número de pacientes que necesitan ventilación podría oscilar entre 1.4 y 31 pacientes por ventilador. Si será necesario racionar los ventiladores dependerá del ritmo de la pandemia y de cuántos pacientes necesiten ventilación al mismo tiempo, pero muchos analistas advierten que el riesgo es alto.

    ¿Por qué la urgencia de contar con un número suficiente de ventiladores mecánicos?

    El tratamiento actual del COVID-19 es de apoyo, y la insuficiencia respiratoria del síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) es la principal causa de mortalidad. Los pacientes con enfermedad grave pueden desarrollar disnea e hipoxemia dentro de 1 semana después del inicio de la enfermedad, que puede progresar rápidamente a SDRA o falla orgánica terminal. Ahora bien, si se contara con suficiente cantidad de ventiladores, surge otra pregunta: ¿Quién manejará los ventiladores de manera óptima?, cuestionamiento que tiene una respuesta en apariencia sencilla: médicos intensivistas, fisioterapeutas y terapeutas respiratorios, junto con el apoyo del personal profesional y auxiliar de enfermería. Pero ¿Qué ocurriría si el número de profesionales es insuficiente?, sería como tener un automóvil costoso, pero sin gasolina.

    Entonces, las tareas son: fortalecer los conocimientos y habilidades del personal que hoy en día labora en las UCI, entrenar nuevos profesionales en el manejo ventilatorio y, tal vez lo más importante, proteger al personal que a diario se juega la vida realizando sus actividades, lo cual, en principio, podría alcanzarse con el suministro de elementos de bioseguridad eficientes y probados, porque el autocuidado ya existe desde hace muchos años es inherente al personal de salud.

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