Los diversos cambios epidemiológicos y el proceso de adaptación juegan un papel importante en la salud mental de la población más joven en la retoma de labores.
El desarrollo de algunos malos hábitos alimenticios se puede originar cuando un individuo padece de estrés, ansiedad o depresión.
Gracias a los avances médicos existen múltiples alternativas para tratar algunas condiciones que pueden mejorar la calidad de vida de un paciente.