Fibrilación atrial no valvular y el uso de medicamentos anticoagulantes

La fibrilación atrial no valvular es conocida como la arritmia (alteración de frecuencia cardíaca) sostenida más común en el mundo.

Medicina y Salud Pública

    Fibrilación atrial no valvular y el uso de medicamentos anticoagulantes

    La fibrilación atrial no valvular es conocida como la arritmia (alteración de frecuencia cardíaca) sostenida más común en el mundo. No solo es asociada con un aumento en la morbilidad y mortalidad en los pacientes, sino con las apoplejías o derrames cerebrales. En los últimos años, el uso de terapias o nuevos medicamentos anticoagulantes versus el tratamiento estándar ha demostrado tener mejores resultados.

    Los anticoagulantes  se utilizan para tratar el trombo rojo, plaquetas que forman coágulos en el sistema venoso y las cavidades del corazón. “En el caso de la fibrilación auricular no valvular el coágulo que se forma es uno más maduro, que no se puede tratar con medicamentos antiplaquetarios, como sería la aspirina o plavix. Tendría que ser un anticoagulante”, explicó el cardiólogo Jorge González.

    El más común de estos fármacos anticoagulantes es la guarfarina, pero desde hace diez años se utiliza medicamentos que no son antagonistas de la vitamina K como la guarfarina (que en ese caso hay que evitar o disminuir el consumo de este tipo de alimentos) y que son de acción directa porque actúan sobre un solo factor de la cascada de coagulación. “Estos nuevos anticoagulantes son fáciles de usar, no interactúan con ningún medicamento o alimento  y no hay que monitorearlos”, agregó el galeno.

    De otra parte, la búsqueda de una detección temprana de la fibrilación auricular no valvular para evitar los derrames es una discusión que se da con mayor frecuencia, particularmente para pacientes con síntomas atípicos. “Muchas veces nosotros detectamos la fibrilación cuando el paciente desarrolla el derrame y descubrimos que tiene la condición. Los cardiólogos debemos agudizar nuestras destrezas diagnósticas y sospechar de aquellos pacientes que tienen alto riesgo para tener fibrilación atrial, pero presenten síntomas que no sean dolor de pecho, palpitaciones, pulso rápido, acortamiento de respiración que son las señales más comunes”, señaló el doctor, quien el 25 de agosto dictará una conferencia sobre este tema en un simposio de la Asociación de Cardiólogos del Noroeste.

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