El descubrimiento que evitó millones de muertes por cólera

En el siglo XIX, los médicos del mundo estaban perplejos por el cólera, una misteriosa enfermedad que estaba cobrando la vida de millones de personas en el mundo. En ese momento nadie sabía cómo evitarlo hasta que John Snow, un médico inglés, comenzó a investigar el brote de 1854.

Medicina y Salud Pública

    El descubrimiento que evitó millones de muertes por cólera

    BBC News

    En el siglo XIX, los médicos del mundo estaban perplejos por el cólera, una misteriosa enfermedad que estaba cobrando la vida de millones de personas en el mundo. En ese momento nadie sabía cómo evitarlo hasta que John Snow, un médico inglés, comenzó a investigar el brote de 1854.

    En la época, todo el territorio europeo estaba horrorizado por las condiciones en las que vivían muchos londinenses, por estas condiciones, el doctor John Snow pudo notar algo importante durante los brotes de cólera de las décadas 1840 y 1850.

    "Cuando, por otro lado, el cólera se introduce en las casas mejores, casi nunca pasa de un miembro de la familia a otro. El uso constante del lavamanos y la toalla, y el hecho de que las habitaciones para cocinar y comer no sean las mismas que la del enfermo, es la razón de ello".

    Snow concluyó que el cólera no se contagiaba por el aire o al respirar y pensó que debía ser algo que se ingería. Pero, además de su rápida progresión, no se sabía cuál era su causa, ni mucho menos por qué era tan contagiosa.

    Algunos científicos creían que un agente infeccioso, o bacteria, podía transmitirse de persona a persona, pero pasarían 30 años antes de que se probara la teoría germinal o microbiana de las enfermedades infecciosas.

    La teoría que se manejaba predominantemente era la miasmática, es decir, se pensaba que partículas de enfermedad flotaban en los repugnantes olores de verduras podridas, carne, desechos humanos y estiércol de caballo, desechos muy comunes en toda la cuidad.

    Snow, frente a la situación, desarrolló su teoría a lo largo de los años, de modo que cuando llegó el brote de cólera de 1854 se puso a trabajar rápidamente para probarla.

    "El más terrible brote de cólera que haya ocurrido jamás en este reino es probablemente aquel que tuvo lugar en Broad St., Golden Sq. y las calles cercanas hace unas semanas. Hubo más de 500 ataques fatales de cólera en 10 días.

    "La mortalidad en esta limitada área probablemente iguala cualquiera que haya sido causada en este país, hasta por la peste".

    Una bomba de agua

    Pronto se dio cuenta de que ese brote en particular se había dado alrededor de una bomba de agua compartida que la mayoría de los lugareños usaban para recolectar agua para beber y lavar.

    "Tan pronto como fui al lugar, me di cuenta de que todas las muertes habían tenido lugar en las cercanía de la bomba de agua".

    Más tarde se descubrió que una fosa séptica debajo de una de las casas cercanas estaba goteando en el pozo que suministraba la bomba de agua. Pero curiosamente, un gran grupo de personas cercanas a la bomba no parecía afectado.

    John Snow investigó más a fondo.

    "Hay una cervecería cerca de la bomba de agua, y al notar que ningún cervecero estaba en la lista de quienes habían muerto de cólera, visité al señor Hoggins, el propietario.

    "Me informó que había más de 70 empleados en la cervecería y ninguno había sufrido de cólera. A los hombres se les permitía tomar cierta cantidad del licor de malta, y el señor Hoggins pensaba que no tomaban agua en absoluto".

    Eso lo llevó a postular una hipótesis de que la transmisión no se daba con solo agua sucia, sino agua contaminada con una bacteria. Y encontró la manera perfecta de comprobar su hipótesis, cuando descubrió un área del sur de Londres que recibía agua de dos proveedores diferentes.

    Uno tomaba su agua de una parte del Támesis que estaba contaminada con aguas residuales; el otro, de una fuente pura. Encontró que quienes tomaban agua del primer proveedor tenían más probabilidad de morir por cólera que los otros, desmintiendo entonces la teoría miasmática.

    Lamentablemente John Snow murió de un derrame cerebral solo un par de años después de comprobar su teoría, esto significa que nunca vivió para ver a la Junta de Salud Pública de Reino Unido reconocer su teoría, ni para presenciar la construcción del sistema de alcantarillado de Londres. No obstante, su trabajo logró salvar la vida de millones de personas en el mundo, propiciando también, de forma indirecta, el mejoramiento de las condiciones de higiene de toda la población en general.

    La Organización Mundial de la Salud dice que todavía hay hasta cuatro millones de casos de cólera al año, algo que podría evitarse por medio de un adecuado saneamiento, la adecuación de sistema de alcantarillados y el consumo de agua potable.

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